Las cosas están a punto de ponerse muy complicadas en Nueva Orleans.
Ivy Morgan, de 22 años, no es la típica estudiante universitaria. Ella, y otros como ella, sabe que los humanos no son las únicas cosas que merodean por el French Quarter por diversión…y por comida. Su deber con la Orden es su vida. Después de todo, cuatro años atrás, lo perdió todo a manos de las criaturas que ella ha jurado cazar, destrozando su mundo y su corazón.
Ren Owens es la última persona que Ivy esperaría que entrara en su rígida y controlada vida. Con su más de metro ochenta de tentación y encanto que desmaya. Con los ojos verdes como un bosque y una sonrisa que seguro que ha dejado un río de corazones rotos desde su aparición, tiene la extraña y antinatural habilidad de hacerla ansiar todo lo que tiene que ofrecer. Pero dejar que se acerque es tan peligroso como cazar a los asesinos de sangre fría que acosan por las calles. Perder al hombre al que amó una vez casi la destruyó, pero la tensión chispeante que empieza a crecer entre ellos se convierte en algo imposible de negar para Ivy. Muy dentro, ella quiere…ella necesita más de lo que su deber le exige, que lo que su pasado ha hecho de ella.
Pero a medida que Ivy se acerca más a Ren, se da cuenta de que ella no es la única que tiene secretos que podrían destruir el frágil vínculo que hay entre ellos. Hay algo que él no le está contando, y una cosa es segura. Ya no está segura de qué es más peligroso para ella – las criaturas ancestrales que amenazan con hacerse con el control de su ciudad o el hombre exigente que reclama su corazón y su alma.
Dividida entre el deber y la supervivencia, ya nada puede ser igual.
Todo lo que creía saber Ivy Morgan se ha venido abajo. Tras ser traicionada y estar a punto de morir a manos del Príncipe de los Faes, ha de guardar a toda costa un secreto perturbador. Porque, si la Orden lo descubre, la matará.
Y luego está Ren Owens, el miembro de la Élite de la Orden, tatuado e irresistible, que ha conquistado la cama y el corazón de Ivy. Entre ellos hay una química abrasadora, pero Ivy sabe que Ren valora por encima de todo su deber hacia la Orden. Jamás la tocaría si conociera la verdad. Tal vez incluso la mataría. Pero, ¿puede Ivy seguir mintiéndole?
Cuando el Príncipe de los Faes comienza a estrechar el cerco sobre ellos, decidido a abrir de manera permanente los portales hacia el Otro Mundo, Ivy se queda sin alternativas. Si no descubre de inmediato en quién puede confiar, no será solamente su corazón el que acabe destrozado, sino toda la civilización humana.
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